Limpiar tu bicicleta de manera adecuada no solo garantiza que luzca impecable, sino que también contribuye a extender la vida útil de sus componentes, previniendo, por ejemplo, la oxidación.
Por esa razón, en esta nota te vamos a brindar una guía detallada y práctica para que puedas limpiar tu bicicleta de manera profesional, con consejos efectivos y todo el equipo necesario. ¡Lo único que necesitás es un espacio físico, algunos elementos básicos y muchísimas ganas! Manos a la obra.
Herramientas y productos esenciales para la limpieza de bicicletas
Antes de comenzar, deberías asegurarte de tener a mano los siguientes elementos. Serán importantes para que el proceso de limpiar tu bicicleta sea mucho más dinámico.
➔ Manguera: Si bien hoy en día existen algunas máquinas específicas que se utilizan para limpiar bicicletas, vamos a dar por sobreentendido que no todo el mundo tiene una en su casa, y por eso te vamos a pedir que cuentes con una manguera.
Evitá el uso de máquinas de alta presión, como las hidrolavadoras, ya que pueden producir daños en los rodamientos y los componentes delicados.
➔ Kit de limpieza:
- Un balde o similar con agua limpia.
- Jabón específico para bicicletas (en la medida de lo posible) o un jabón suave, preferentemente neutro.
- Un trapo para limpiar y otro para secar.
- Una esponja grande o un cepillo suave.
- Si tenés, guantes de látex: te serán útiles para proteger tus manos.
- Cepillos para llegar a zonas de difícil acceso.
- Desengrasante para la cadena y la transmisión.
- Aceite lubricante o cera para la cadena.
Pasos para una limpieza eficiente
1- Desmontá las ruedas:
Desmontar las ruedas facilitará el acceso a lugares de difícil alcance. Además, proporciona la oportunidad de limpiarlas de manera más minuciosa. Utilizá abundante agua y jabón para lavarlas por separado, prestando especial atención a las llantas y radios.
2 – Limpiá el cuadro:
Comenzá de arriba a abajo para evitar repetir zonas. Utilizá agua y jabón, evitando una presión excesiva en suspensiones y rodamientos. Presta atención a los detalles de esta zona de la bicibleta, como los tubos, la horquilla y la parte inferior del pedalier, para asegurar una limpieza completa.
3 – Continúa por la transmisión:
Aplicá desengrasante en la cadena, plato y piñones para eliminar eficientemente la grasa acumulada. Simultáneamente, utilizá un jabón en spray (existen algunos específicos para bicicletas) en toda la superficie y limpiá con una esponja o cepillo suave. Prestá especial atención a algunos detalles como la horquilla, tirantes traseros y la parte inferior del pedalier para garantizar una limpieza integral.
4 – Limpiá la cadena:
Cepillá la cadena, cassette y platos mientras actúa el desengrasante. Aprovecha el movimiento de la cadena para llegar a todos los rincones y prestá especial atención al espacio entre los piñones del cassette. Recordá proteger las pastillas de freno durante este proceso.
5 – Cepillá los bujes
Antes de enjuagar, limpiá con comodidad las ruedas, cubiertas, llantas, radios y bujes con la esponja. Utiliza cepillos especiales para llegar a rincones entre radios y bujes, asegurando una limpieza completa y detallada.
6 – Montá las ruedas
Enjuagá con agua abundante, evitando aplicar demasiada presión en zonas delicadas. Volvé a montar las ruedas una vez que estén limpias para preparar la bicicleta para el siguiente paso.
7 – Secá y lubricá
Secala completamente con un trapo limpio, prestando especial atención a tornillos y cierres. Un secado completo es esencial para prevenir la oxidación. Lubricá la transmisión con aceite o cera para la cadena y los pedales. Asegurate de que la cadena esté bien lubricada para un rendimiento óptimo.
8 – No te olvides de los detalles finales
Aplicá un protector especial que mantenga tu bicicleta brillante y protegida contra el polvo y la suciedad. Este toque final no solo mejora la apariencia, sino que también crea una película protectora que hará más fácil este proceso en el futuro.
Frecuencia de limpieza y lubricación
No hay reglas fijas, pero se recomienda limpiar la bicicleta después de salidas en condiciones adversas. La frecuencia dependerá del uso personal: lo importante es prestar atención y realizar con cierta periodicidad una limpieza profunda para mantener a tu bici en buen estado.
Con estos consejos y la guía de mantenimiento básico vas a poder mantener tu bicicleta en condiciones óptimas, lista para enfrentar cualquier aventura.
¡Disfrutá de tus rodadas y no temas ensuciarla de nuevo!