Seguramente alguna vez te habrá pasado que, mientras estabas en la calle o en la ruta rodando en tu bicicleta, empezaste a sentir un hormigueo particular en las manos o incluso una sensación de adormecimiento. Si alguna vez te sucedió, ¡no tengas miedo! Es algo muy común en el mundo del ciclismo. Por esa razón, en esta nota te vamos a contar todo lo que sabe acerca de este fenómeno, cuáles son sus causas mas frecuentes y qué medidas podés tomar para prevenirlo. 

Causas del adormecimiento de manos en bicicleta

La parestesia es una sensación de hormigueo, pinchazos o adormecimiento que suele producirse en brazos y piernas. Como mencionamos antes, es un fenómeno muy común entre ciclistas pero que puede afectar la experiencia de manejo y la comodidad durante el recorrido.

La parestesia arriba de una bicicleta puede ser causada por varios factores que afectan la circulación sanguínea y la sensibilidad de las extremidades superiores. Una de las principales es la presión constante sobre las manos debido al agarre firme del manillar. Esta presión puede comprimir los nervios y los vasos sanguíneos en la zona, reduciendo el flujo sanguíneo y causando la sensación de adormecimiento, hormigueo o falta de sensibilidad.

Además, la posición incorrecta del manillar es otro factor clave que contribuye a la aparición de este fenómeno. Si el manillar no está alineado adecuadamente con la postura corporal del ciclista, se puede generar una tensión adicional en las manos y los brazos, lo que aumenta la probabilidad de compresión nerviosa y falta de circulación.

Por último, la duración y la intensidad del recorrido pueden influir en la aparición de la parestesia en las manos. Los ciclistas que realizan recorridos largos o que mantienen una posición estática durante mucho tiempo pueden experimentar esta sensación debido a la presión en sus manos.

Posiciones correctas de las manos en la bicicleta

Para evitar el adormecimiento de manos al andar en bicicleta, es fundamental adoptar posiciones adecuadas que permitan una distribución equitativa del peso y reduzcan la presión sobre las extremidades. Una de las claves para lograr esto es mantener una postura ergonómica y alineada que favorezca una circulación sanguínea óptima y una sensación de confort durante todo el recorrido.

• Distribución del peso: Distribuir el peso de manera uniforme entre las manos, los brazos y el torso es esencial para reducir la carga sobre las manos. Al ajustar la posición del cuerpo y el agarre en el manillar, se puede minimizar la presión en áreas específicas y evitar la compresión excesiva de los nervios.

• Postura adecuada: Mantener una postura correcta mientras se pedalea es fundamental para prevenir el adormecimiento de manos. Esto incluye mantener la espalda recta, los hombros relajados y las muñecas en una posición neutral. Al alinear el cuerpo de manera adecuada, se reduce la tensión en las manos y se optimiza la capacidad de respuesta y control sobre la bicicleta.

• Agarre suave pero firme: El agarre en el manillar debe ser suave pero firme para evitar la fatiga muscular y la tensión excesiva en las manos. Se recomienda utilizar guantes con acolchado en las palmas para absorber parte de la presión y proporcionar un agarre más cómodo y seguro.

• Cambios de posición: Realizar cambios de posición en el manillar y ajustar la inclinación de los codos durante el recorrido es una práctica beneficiosa para evitar la fatiga y el adormecimiento de manos. Alternar entre posiciones más erguidas y ligeramente inclinadas permite redistribuir la carga sobre las manos y los brazos, proporcionando alivio y confort durante trayectos más largos.

Ejercicios y técnicas para prevenir la parestesia

Para prevenir el adormecimiento de manos al andar en bicicleta, te recomendamos incorporar una serie de ejercicios y técnicas para promover la flexibilidad, la circulación sanguínea y el alivio de la presión en las manos y los brazos.

Los ejercicios de estiramiento son fundamentales para preparar los músculos y articulaciones antes de montar en bicicleta, así como para reducir la tensión y mejorar la recuperación después del recorrido. Puedes comenzar extendiendo los dedos y las manos hacia adelante, aplicando una suave presión con la mano contraria para aumentar el estiramiento. Mantén la posición durante 15-30 segundos y repite varias veces.

Por otro lado, flexiona las muñecas hacia arriba, abajo, hacia los lados y en círculos, manteniendo cada posición durante unos segundos para sentir el estiramiento en la parte interna y externa de las muñecas. A su vez, extiende los brazos hacia adelante y hacia los lados, manteniendo los codos ligeramente flexionados. Con la mano contraria, sujeta los dedos y estira los brazos suavemente hacia atrás para estirar los músculos del antebrazo y el hombro.

En resumen, conocer por qué se adormecen las manos al andar en bicicleta y tomar acciones para evitarlo son claves para tener una experiencia de ciclismo más cómoda y placentera. Si sigues estos consejos que te hemos compartido, podrás optimizar tu postura, distribuir mejor el peso y asegurarte de que la sangre fluya adecuadamente en tus manos, lo que sin duda hará que disfrutes más y tengas un mejor desempeño en cada salida en bicicleta. ¡A rodar sin molestias!