La mountain bike es una excelente opción para aquellos que disfrutan de la emoción y la aventura al aire libre. Sin embargo, para tenerla en óptimas condiciones y garantizar un rendimiento constante, es esencial realizar un mantenimiento básico regular. Y si bien siempre podés acudir a un mecánico de confianza, también hay algunas cuestiones simples que podés resolver siguiendo unos simples consejos prácticos.
En esta guía, te vamos a proporcionar trucos para cuidar tu mountain bike y prolongar su vida útil. Solo se trata de ponerle ganas, tiempo y cabeza. Desde la limpieza adecuada hasta el ajuste de los componentes importantes y la lubricación de la cadena, acá vas a encontrar todo lo que necesitás saber para mantener tu bicicleta de montaña en excelente estado y disminuir el riesgo de quedarte a medio camino en lugares alejados.
Herramientas básicas para cuidar una mountain bike
En primer lugar, tomá nota de cuáles son las herramientas que necesitás tener a mano para cuidar, arreglar y limpiar tu bicicleta o sus componentes más relevantes.
- Una multiherramienta con llaves allen que te permita ajustar tornillos y pernos.
- Desmontadores de neumáticos para separar las cámaras de las cubiertas.
- Un inflador portátil
- Una cámara de bicicleta de repuesto, que sea compatible con tus cubiertas
- Un juego de parches de emergencia
- Luces de seguridad y reemplazos en casos de rodar de noche
- Lubricante de cadena de calidad para mantener tu cadena bien engrasada.
- Cepillo de limpieza para eliminar la suciedad.
- Corta cadena para poder cortar o unir la cadena de la bici.
- Limpiador de bicicletas para eliminar la suciedad persistente.
Limpieza y lubricación de la bicicleta
Mantener una bicicleta en buen estado requiere un cuidado regular. Y en ese sentido, la limpieza juega un papel fundamental para conservarla en óptimas condiciones.
Para el cuadro, utilizá un cepillo, agua tibia y un jabón blanco para eliminar la suciedad acumulada. Al realizar este procedimiento, asegurate de eliminar especialmente los residuos que quedan depositados en las zonas de difícil acceso.
Lo próximo a limpiar son las ruedas, eliminando el barro y la suciedad con un cepillo y agua. Es recomendable realizar esto después de cada rodada, siempre que sea posible, para prolongar la vida útil de tus cubiertas.
La transmisión, en tanto, demanda una limpieza especial. En la medida de lo posible, utilizá un producto específico para bicicletas y un cepillo fino para barrer toda la suciedad. En este punto son especialmente importantes la cadena, los piñones y los platos, ya que es ahí donde se acumulan más residuos.
Una vez que hayas limpiado la cadena, es importante lubricarla para prevenir el desgaste. Usá un lubricante de bicicletas y aplicá una cantidad adecuada en los eslabones. No te olvides de eliminar cualquier exceso de lubricante con un trapo limpio.
Ajustes básicos para cuidar una bicicleta de montaña
El ajuste adecuado de los componentes de tu mountain bike es esencial para evitar que el desgaste los pueda deteriorar de manera definitiva y para cuidar tu propio físico. Acá te dejamos algunos consejos básicos que podés seguir para realizar este procedimiento de forma correcta:
- Verificá y ajustá la presión de las ruedas siguiendo las recomendaciones del fabricante.
- Ajustá la altura del asiento para una posición cómoda y eficiente al pedalear.
- Asegurate de que el manubrio esté a una altura adecuada para evitar tensión en el cuello y la espalda.
- Verificá el desgaste de los piñones y los platos. Si los notás muy desgastados, procurá reemplazarlos para evitar problemas en los cambios.
Revisión y ajuste de los frenos
Los frenos son fundamentales para tu seguridad y por esa razón es muy importante mantenerlos en buen estado. Pero muy importante.
Como medida principal, te recomendamos realizar inspecciones periódicas de este componente. Al hacerlo, deberías revisar las pastillas de freno y reemplazarlas si están desgastadas. Además, si notás que los frenos no responden de manera adecuada, puede que sea necesario ajustar la tensión. Esto probablemente te permita recuperar una frenada eficiente y segura. Y en el caso de que tengas frenos de disco, verificá si necesitan ser purgados para eliminar el aire del sistema cuando sientas que bajó su rendimiento.
Inspección de las partes desgastadas y reemplazo
Las partes desgastadas o dañadas pueden ser un arma de doble filo. Tal vez no te generan un inconveniente en el corto plazo, pero pueden hacerlo cuando menos lo esperás. Por esa razón, como criterio general, es recomendable cambiarlas una vez que las tengas identificadas.
Un ejemplo de esto son las cubiertas con un desgaste excesivo. La mejor técnica para reconocer si necesitan ser reemplazadas es observar la banda de rodadura. Si el desgaste es evidente, se pueden comprometer tanto la tracción como el rendimiento de tu bicicleta.
Por otro lado, los frenos que no muerden adecuadamente no te darán la potencia de frenado que necesitás, algo que notarás principalmente cuando tengas que frenar de imprevisto. Si este es el caso, considerá su reemplazo.
Los cables deshilachados o gastados, o las cadenas oxidadas o estiradas también pueden comprometer el rendimiento de tu mountain bike. Si detectás este tipo de daños, te recomendamos tomar una decisión para no ponerte en peligro o condicionar el rendimiento de tu bicicleta.
El guardado correcto de una mountain bike
Cuando no estés utilizando tu bicicleta, es importante almacenarla adecuadamente para protegerla de algunos elementos que la pueden deteriorar y así prolongar su vida útil.
Limpiá y secá la mountain bike antes de guardarla. Tratá de mantenerla en un lugar fresco y lejos de la humedad y la luz solar directa. Y, si es posible, procurá colgarla en un soporte o un gancho para evitar que toque el suelo.
Con un mantenimiento básico regular, podés preservar tu bici de montaña en excelente estado y disfrutar de un rendimiento óptimo en tus aventuras al aire libre. Intentá acostumbrarte a realizar una revisión general de tu bicicleta antes de cada rodada, verificando los componentes y realizando los ajustes que sean necesarios. Si podés, establecé una rutina de mantenimiento regular, programando limpiezas y chequeos periódicos. Por último, mantené un inventario básico de repuestos y herramientas para emergencias.
Gracias a esto vas a poder disfrutar del ciclismo en la montaña con una bicicleta bien cuidada y lista para la acción.
